Este año para el día de la paz mi compañera Lola y yo hemos reutilizado un almendro que plantamos el año pasado en un pasillo de mi centro y que el pobre se secó durante el verano. Sólo quedaba del árbol un tronco con dos ramitas secas.
Andaba buscando que hacer con mi alumnado para el día de la paz pero no tenia mucho tiempo para dedicar en clase a esta actividad. Estaba dando vueltas a la cabeza cuando finalmente y de casualidad como otras veces se produjo la magia y se encendió la bombilla.
Estaban podando el jardín y todo estaba lleno de ramas secas de los árboles de alrededor. Se me ocurrió construir un gran árbol de ramas secas sobre el pequeño tronco del almendro seco con todo ese material sobrante de poda para darle un nuevo significado. Recordé la instalación que vi en el Guggenheim Bilbao hace un par de años de la artista Yoko Ono "El árbol de los deseos".
Su árbol era un precioso olivo en el centro del maravilloso museo en el que Yoko Ono pedía a los visitantes escribir deseos en unas pequeñas etiquetas y colgarlas en el árbol de modo que la instalación iba creciendo poco a poco llenándose de deseos de personas de todo el mundo que visitaba el museo.
Pensé emular su idea pero dándole una vueltecilla: Llenar de color nuestro árbol seco creando una instalación artística de fuerte simbolismo que recogiera nuestros deseos de paz para el mundo.
Lola y yo pedimos a todo el alumnado a los que damos clase escribir un deseo de paz sobre lazos de colores brillantes, que luego hemos ido colocando poco a poco en el árbol por cursos leyendo el deseo de paz en alto antes de colgarlos.
Y ha quedado así de bonito. Espero que os guste tanto como a nosotros.
Y ha quedado así de bonito. Espero que os guste tanto como a nosotros.
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